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Fotografías abril 2015 CB-Apudepa.

El palacio de los Condes de Argillo en Sabiñán ha sido a lo largo de estos años uno de los bienes para cuya defensa más ha peleado Apudepa. Gracias a la iniciativa de la Asociación, y a la catalogación en que desembocó su petición, así como al interés de otras entidades como la Asociación local Sabinius Sabinianus, el palacio sigue hoy en pie.

Tal y como destacábamos en nuestra solicitud de catalogación, «El palacio de los Condes de Argillo en Sabiñán es una de las muestras más sobresalientes de la arquitectura aragonesa del Renacimiento aragonés en el medio rural. El pésimo estado de conservación que actualmente presenta no puede enmascarar una importancia arquitectónica, artística e histórica que lo sitúan entre los inmuebles fundamentales del arte renacentista aragonés.

El palacio contiene las peculiaridades aragonesas del arte clasicista y de la tipología de casa-palacio en el medio rural. Su distribución interior y el decoro de sus salas, los sistemas constructivos empleados y la caracterización arquitectónica de sus espacios conforman una muestra artística irrenunciable y constituyen un documento precioso y preciso para el estudio de su estilo constructivo y de su tipología arquitectónica. La protección del palacio debe extenderse a la totalidad de su arquitectura, incluyendo su integridad material, su distribución en planta y en sección, sus características funcionales, la totalidad de sus estancias, su decoración interior y el jardín anexo, fundamental para la concepción del espacio en las casas palacio».

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Asimismo, la Orden de 19 de diciembre de 2000 exponía:

“Se trata de un edificio de líneas compositivas renacentistas y ejecución sobria; su volumen es parco y claro y responde a una tipología arquitectónica típica de la Casa-Palacio; se aprecia un cierto orden compositivo en la planta de la zona noble; en cuanto a su complejidad y monumentalidad se valora de forma positiva el alarde técnico realizado para el montaje del falso techo construido en la sala bóveda de lunetos; el jardín, pese a su actual estado de abandono y dejadez, deja entrever el pasado de esplendor del que debió gozar; se trata de un edificio que, desde sus orígenes, se encuentra ligado a apellidos ilustres de la historia española; allí se ha albergado la calavera atribuida al Papa Luna (Benedicto XIII) y, finalmente, se valora también de una forma positiva el empaque histórico-social del edificio”.

“Se trata de un edificio situado en la plazuela de la Muñoza con un gran jardín en la zona posterior. Su fachada es de 34 metros de longitud, de ladrillo con zócalo de piedra. Puerta de entrada con arco de medio punto. Huecos con rejería de amplias dimensiones. En planta primera, arquería de 22 ventanales de medio punto cegados, que corresponden a la zona de graneros.

Remate de cornisa de piedra. Tiene bodega en el sótano con ventilación mediante huecos a ras de suelo de calle. Las estancias principales se sitúan en planta baja: el Salón de Reyes con zócalo de mosaico, la Sala Colorada, el salón del reloj y el salón Grande con la pequeña capilla”.

Ante la solicitud de APUDEPA para la declaración del palacio como Bien de Interés Cultural se inició un procedimiento para la declaración del edificio como Bien Inventariado del Patrimonio Cultural Aragonés, entendiendo esta Asociación que dicha categoría no respondía (ni responde) a la importancia arquitectónica, artística e histórica del palacio de Argillo.

El proceso de declaración culminó con la “Orden de 19 de diciembre de 2000, del Departamento de Cultura y Turismo, por la que se declara el ‘Palacio de los Condes de Argillo’ de Saviñán (Zaragoza), como bien inventariado del Patrimonio Aragonés”.

Pero unos errores formales cometidos por el Departamento de Cultura y Turismo de la Diputación General de Aragón motivaron la sentencia de 30 de abril de 2004, dictada por la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Aragón, por la que se anuló la referida Orden de 19 de diciembre de 2000, quedando el palacio sin protección.

En enero de 2006, ante la amenaza de derribo inminente que nuevamente se cernía sobre el palacio, Apudepa presentó nuevo escrito para lograr la catalogación del mismo como Bien de Interés Cultural. De dicha petición se derivó la declaración del palacio como Bien Inventariado del Patrimonio Cultural Aragonés, que permitió al menos garantizar su conservación.

A lo largo de los años Apudepa ha ido llamando la atención sobre la necesidad de invertir en el edificio para revertir la situación de deterioro. Por ejemplo en 2007 Belén Boloqui publicaba en Heraldo de Aragón un artículo sobre el tema y en 2011 alertábamos del peligro de derrumbe.

Después de diversas gestiones ante el Ayuntamiento de Sabiñán, la Diputación de Zaragoza y el Gobierno de Aragón, se lograron una serie de inversiones ejecutadas por las corporaciones municipal y provincial, tras las que parece que el palacio ha quedado parcialmente consolidado.

Antes de que comenzaran las obras, el 17 de abril de 2015, representantes de Apudepa visitaron el palacio por invitación del ayuntamiento. Tras el encuentro, Apudepa mostró su apoyo a la búsqueda de inversiones por parte del municipio para lograr la conservación y comunicó al consistorio las siguientes propuestas:

  • El palacio constituye un ejemplo original, singular y notabilísimo de la arquitectura civil de carácter nobiliario en Aragón. Posee un destacadísimo interés histórico, artístico y arquitectónico y constituye un bien irrenunciable para la Comunidad. Conviene potenciar el conocimiento detallado del mismo en todos los aspectos, así como registrar las zonas a las que actualmente no se tiene acceso, como las bodegas subterráneas.
  • El palacio constituye un ejemplo original, singular y notabilísimo de la arquitectura civil de carácter nobiliario en Aragón. Posee un destacadísimo interés histórico, artístico y arquitectónico y constituye un bien irrenunciable para la Comunidad. Conviene potenciar el conocimiento detallado del mismo en todos los aspectos, así como registrar las zonas a las que actualmente no se tiene acceso, como las bodegas subterráneas.
  • Una de las más sugestivas características del palacio es la existencia de un gran salón barroco, tristemente dañado en la actualidad, dispuesto de tal manera que integra el paisaje, a través de la perspectiva, en la arquitectura palaciega, causando un hermosísimo efecto la vista de la sierra desde el gran ventanal frontero a la puerta de acceso y situado en el eje de la pieza, que avanza por su parte hacia el paisaje transversalmente al cuerpo principal del palacio. Apudepa entiende que esta integración del paisaje a través de la perspectiva es uno de los más interesantes valores del palacio, por lo que toda intervención urbanística debería comprender y respetar ese efecto.
  • En relación con la planificación del entorno, la Asociación desea prevenir sobre el impacto que va a generar sobre el noble edificio, de tal manera que existe el riesgo de que el conjunto quede depreciado en sus valores históricos y urbanos. La calle que recorre el lateral del palacio se justifica en beneficio únicamente de las viviendas a construir, a las que se da acceso rodado. En el otro lado, lo que se denomina “salida de emergencia de incendios”, podría no ser una calle asfaltada sino un paso peatonal con acceso a los vehículos de emergencias, para no romper la estructura del espacio como zona libre y verde. En todo caso, la disposición de las viviendas debe evitar el arrinconamiento del palacio y debe asegurar que no queden perjudicados los valores del edificio (entre ellos la integración visual del paisaje) y el buen estado de los árboles singulares del entorno.

Desde Apudepa seguimos insistiendo en la necesidad constante de mantenimiento y en ir preparando una intervención recuperadora que en todo caso deberá ser respetuosa con la naturaleza del valioso edificio histórico.